Crónica de una carcajada asegurada

Una de las grandes ventajas de la capital es poder ver en directo la mayoría de los espectáculos televisivos con público. Un poco de información basta para visitar cualquier plató o uno de esos pequeños bares donde los cómicos exponen sus chistes antes de ser rodados.



'La chocita del loro' es el más conocido, por el módico precio de 15 euros cualquiera pudo entretenerse con Iñaki Urrutia y Goyo Jiménez el pasado jueves 30 de abril. Dos estrellas de la Paramount Comedy reunidas para hacer reír a cualquiera en un ambiente especial: Unas luces tenues y felicidad rebosante, miradas espectantes y bocas sedientas.

Un par de cervezas, de copas o lo que cualquiera deseé y ya comienza el espectáculo. Urrutia es el primero en aparecer, una breve introducción y caldea el ambiente con un breve monólogo explicando como ganarse el dinero para un viaje de estudios. Una gran idea fue proponer un túnel de lavado porno, pero las mujeres de su clase no comprendieron la política de empresa. Aunque también intentaron vender besos a un euro, con el pequeño inconveniente de que a la media hora tuvieron que bajar los precios y a la hora se fueron a la quiebra.

Un ambiente preparado, las primeras risas tímidas aparecieron y alguna carcajada se hizo destacar. Ahora era el turno del siguiente humorista, el gran Goyo Jiménez. Consiguió elevar al público a límites insospechados, las carcajadas se convirtieron en la música de ambiente y, como dice él, no os lo digo, os lo enseño (vídeo grabado por Paramount Comedy):

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Urrutia volvió al escenario, continuó con su viaje de estudios. Las verdades narradas por un cómico muestran otra perspectiva tronchante de la realidad, ya que en las habitaciones eran "cutres, cutres... Teníamos cucarachas saltando a la comba". Quizás la frase que más resumía la esencia del viaje era sencilla y contundente: "Lo importante de un viaje de estudios es que tu vas a ver: Por el día vas a ver cosas, por la noche vas a ver si follas."

¿Es esto humor inteligente? Para juzgarlo es necesario verlo, ver tantas risas que desembocan en lágrimas pueden calificarse como uno quiera, pero sin duda es buen humor.

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